domingo, 24 de junio de 2012

El gozo de la mutua posesión


El Amado5:1


 Yo entré en mi jardín, hermana mía, novia mía;
recogí mi mirra y mi bálsamo,
comí mi miel y mi panal,
bebí mi vino y mi leche.
¡Coman, amigos míos,
beban, y embriáguense de amor!
Visita nocturna y búsqueda del Amado perdido


Cuarto canto

La Amada5:

Yo duermo, pero mi corazón vela:
oigo a mi amado que golpea.
"¡Ábreme, hermana mía, mi amada,
paloma mía, mi preciosa!
Porque mi cabeza está empapada por el rocío
y mi cabellera por la humedad de la noche".


5:

"Ya me quité la túnica,
¿cómo voy a ponérmela de nuevo?
Ya me lavé los pies,
¿cómo voy a ensuciármelos?"


5:4

 Mi amado pasó la mano
por la abertura de la puerta,
y se estremecieron mis entrañas.


5:

Me levanté para abrirle a mi amado,
y mis manos destilaron mirra,
fluyó mirra de mis dedos,
por el pasador de la cerradura.


5:

Yo misma le abrí a mi amado,
pero él ya había desaparecido.
¡El alma se me fue detrás de él!
¡Lo busqué, y no lo encontré,
lo llamé y no me respondió!


5:

Me encontraron los centinelas
que hacen la ronda en la ciudad;
los guardias de las murallas
me golpearon y me hirieron,
me arrancaron el manto.


5:8

 Júrenme, hijas de Jerusalén,
que si encuentran a mi amado,
le dirán... ¿qué le dirán?
Que estoy enferma de amor. 

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